Las Flores de Bach son un sistema de remedios florales creados por el médico y homeópata británico Edward Bach en la década de 1930. Este sistema está compuesto por 38 esencias florales, cada una de las cuales corresponde a un estado emocional específico, y su propósito es restaurar el equilibrio emocional y mental de la persona.
Equilibrio emocional: Ayudan a equilibrar las emociones y a reducir los efectos negativos de los estados emocionales intensos, como el miedo, la ansiedad, la tristeza o la ira.
Reducción del estrés: Son útiles para lidiar con situaciones de estrés y agobio, promoviendo una sensación de calma y serenidad.
Mejora del bienestar general: Al ayudar a alinear las emociones con el estado mental y físico, las flores de Bach pueden contribuir a un mayor bienestar general y sensación de paz interior.
Apoyo en procesos de crecimiento personal: Son frecuentemente utilizadas durante procesos de autoconocimiento y desarrollo personal, ayudando a liberar bloqueos emocionales y apoyando cambios positivos en la vida.
Tratamiento de desórdenes emocionales: Las flores también se emplean como apoyo para trastornos emocionales y psíquicos como la depresión, la ansiedad y las fobias.
Armonización del cuerpo y la mente: Al tratar la raíz emocional de un problema, las flores de Bach pueden favorecer la armonización entre el cuerpo y la mente.
Estas esencias se pueden tomar por vía oral, generalmente en gotas diluidas en agua. Cada flor está asociada a un tipo de emoción o desafío, y se utilizan de manera personalizada para cada situación o persona.