DODECAEDRO: PUERTA AL ÉTER Y A LA EXPANSIÓN DEL ALMA

El dodecaedro es una de las cinco formas geométricas conocidas como Sólidos Platónicos. Consta de 12 caras pentagonales iguales, 20 vértices y 30 aristas. En la antigua Grecia, se lo vinculó con el quinto elemento: el éter, también llamado Akasha, el espacio sutil que lo contiene todo.

A diferencia de los elementos tierra, agua, fuego y aire —que son tangibles o medibles— el éter es intangible, inasible. Representa el campo de energía universal, la conciencia pura, lo que está “entre” y “más allá” de todas las formas.

SIMBOLOGÍA Y ENERGÍA DEL DODECAEDRO

El dodecaedro es una figura profundamente espiritual. Su geometría encierra proporciones armónicas que resuenan con los patrones de la vida y del cosmos. Es símbolo de totalidad, unidad, expansión y multidimensionalidad.

A nivel energético, el dodecaedro actúa como una antena vibracional que conecta con planos elevados de conciencia. Es considerado una forma de alta frecuencia, capaz de ordenar y expandir el campo energético donde se encuentra.

¿PARA QUÉ USARLO?

1. Meditación profunda y expansión de conciencia

Meditar con un dodecaedro —ya sea físico o visualizado— permite:

  • Calmar la mente y entrar en estados más sutiles de percepción.

  • Acceder a dimensiones de sabiduría espiritual, registros akáshicos o planos superiores.

  • Sentir unidad con el todo y recordar la esencia original del ser.

Sostenerlo entre las manos o colocarlo frente al cuerpo durante la meditación potencia la alineación vibracional y abre la percepción a niveles de conciencia no ordinarios.

2. Armonización de espacios

Ubicar un dodecaedro en un espacio:

  • Eleva la frecuencia energética del ambiente.

  • Limpia y ordena energéticamente el lugar.

  • Sostiene un campo de armonía y presencia espiritual.

Es ideal para lugares de meditación, descanso, terapia, sanación o creación artística, ya que promueve la inspiración, la intuición y el contacto con lo sagrado.

3. Trabajo energético y terapias

En prácticas de sanación, reiki, sonido o meditación guiada, el dodecaedro puede utilizarse como herramienta vibracional:

  • Para crear un campo de protección.

  • Para abrir un portal de conexión espiritual.

  • Para sostener un espacio de integración y transformación.

SINTONIZAR CON EL DODECAEDRO

Podés comenzar tu práctica simplemente observando la forma del dodecaedro, respirando con su presencia. Luego, podés visualizar que estás dentro de uno: un espacio luminoso, pentagonal, en donde todo es expansión, orden, silencio y conexión.

Desde allí, se abre el portal al éter, a lo invisible, a la información que habita en tu alma.


 

El dodecaedro no es solo una forma. Es un campo. Es un espacio. Es un recordatorio de que somos más que materia. Somos conciencia habitando geometría.

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